Saturday, August 05, 2006

Ahora te duele reconocer la verdad, que el aislamiento, tu reclusión por voluntad propia, fué pura negligencia. Tan protegida de la realidad tras esos sólidos muros de nubes...
Tan pequeña, tan miserable, tan nada...
Y todo alzándose alrededor tuyo, todos, alcanzando lo que quieren. Y tú hundiéndote en lamentaciones, con un pié en el mundo real y otro en el de las ilusiones. Sin animarte a despegar.
Te duele tu culpa, por supuesto que sí, porque es verdadera, porque no puedes alzar el vuelo. Las cadenas encierran tu cabeza y no logras escapar a vos misma... y caminas en círculos viciosos hasta estar bajo tierra.
Y el mundo no quiere tragarte, no quiere hacerte desaparecer, pero te sientes tan insignificante al lado de los altos árboles verdes que crecen en círculos alrededor.
¿Cómo ser alguien?
¿Cómo llegar a tener, saber lo que querés?
Algunas veces tan cercana que la sentís en tus oídos, susurrando... pero te duele creer que es tan solo una ilusión. Te lastíma no poder entregar cosas tuyas.
Sos como la sombra de un gran árbol... y si proteges del sol solo puedes argumentar esta existencia, inexistente.
Otra vez te sentís tan nada, deseando poder dar más lo entregás todo, y no es nada...
Ni siquiera un punto en la línea del saber.

Totalmente inconcluso._

De a partes, seccionada, secciones que no son nada._

Un montón de espacios vacíos._