Se acerca. Se acercan las fechas. Llega el día... ¿De qué? De todo y de nada. ¿Por qué no? Si después de todo voy a disfrutarlo, aunque para lo otro no estoy haciendo nada. Pero bueno. Será. ¿Será? ¿Qué será? No sé. No todavía, pero en cuanto lo descubra te aviso.
Por lo pronto me pica. Parece que tengo mucho para rascarme, aunque tengo más todavía para no hacerlo. Demasiado diría. Demasiada, vagancia. Aburrimiento de no hacer nada, pero mucho menos cada vez. Y bueno, pareciera que es lo que estoy buscando, aunque no del todo (aunque no del todo cierto... (aunque no del todo cierto es que sepa qué es lo que estoy buscando...)),
pero me quedo. Estancada. En mucho mas que de cierta forma... como agua de zanja.
"Tres mosqueteros", dijo. Y yo dije: "Pero uno perdió la capa, la espada y el sombrero. Lo apostó todo jugando al digalo con mimica. Le toco plomada." Tu culpa.
Y bueno, algunas veces uno no es uno misma. Me voy a cambiar. Buscar. Creo. Me dejé allá atrás, lejos de todas estas colillas. ¡Pero esperá...! Aquella columna de humo: ¿es una chimenea? No, ¡me parece que es mi cerebro! Me voy, talvez si le agrego oregano al organo quede mas sabrosín, y, quien sabe, haya servido de algo y dé mejores frutos.
Ah! Prendí las velas de aceite.
Monday, January 22, 2007
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