Demasiado es dejar... muy (o mucho) es un nuevo comienzo

Vos

Lo único que me hace ser especial... que me hace ser tan diferente.

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Después de todo aprendí que sonreír es más fácil que llorar, que llorar es mejor que guardarse, que guardarse es más prudente que mostrar, que algunas veces mostrar puede ayudarte, que ayudarte te aliviana la vida, que por la vida caminan todos hacia la muerte, que la muerte no es más que un nuevo comienzo, que los comienzos siempre son motivos de alegría... porque es una nueva etapa de aprendizaje para ser. Aprendí que preocupación es sinónimo de estrés y sufrimiento, y que es un círculo vicioso al que solo la conciencia del malestar puede darle fín. Y aprendí que la felicidad cuesta mucho pero el sufrimiento cuesta más, y que ser feliz no es algo que pueda comprarse sino que es un estado al que se accede solo con voluntad. Que voluntad no es una palabra que pueda tomarse a la ligera, y que si realmente tenés la voluntad de seguir no existen los límites. Que los límites no son otra cosa que miedos, que los miedos arruinan los proyectos, que los proyectos son necesarios para seguir creciendo, y que crecer te da la madurez para aceptar los efectos.
Nadie puede obligarte a nada que no quieras hacer, pero eso no te da el derecho a que vos les obligues hacer lo que deseas.

Sé que no soy la primera en escribir algo así... tal vez nisiquiera soy la primera en escribirlo tal cual aparece pero aseguro que fué obra de mi cabeza, y mi cabeza es un baúl de conocimientos propios alimentados por obras de otros. Eso explicaría que ya fuera escrito... pero también aseguro que no soy la última en escribirlo y que en este mismo momento, en la otra punta del planeta(/universo) otra persona escribe conmigo.

Tres años de locura

Me quitas el sueño...
Simplemente
llenás todos los espacios,
todos los recovecos de mi cabeza,
y me matás.
Me destrozás por completo.
Escuchar tu voz
es quedarme sorda,
es volverme loca.
Es desear
con cada fibra de mi cuerpo
estar al lado tuyo
y sentir tu piel contra la mía.
Es llorar por tu auscencia.
Es reir por tu amor.
Es temblar por un beso tuyo,
por una caricia tuya.
Es recordar una...
miles de noches pasadas.
Es escuchar la cadencia
de unos gemidos,
y nada más... nada más.
Es cegarse al dolor,
es ignorar el final...
Pero por sobre todas las cosas
es ser feliz...

Te amo.