Destellos

Hace un par de Domingos llegué a Retiro, me senté en la plaza San Martín (que fué testigo de algunos de los momentos más mágicos de mi vida) y al mirar hacia el suelo vi un ratón cruzando adelante mío... no sé que es lo que estaba haciendo, pero no pude evitar sonreir. Esto es lo que vino a mi mente en ese instante:
Renovación. Este va a ser un buen año.
Entonces estaba caminando y una nueva idea cruzó por mi mente: retribución. En este año se iban a equilibrar todas las cosas malas y dolorosas que acontecieron en el 2005. El 2006 era sinónimo de recompensación por los perjuicios causados el año anterior.
Al día siguiente, de regreso a casa, alguien se cambió de asiento antes de que partiera el tren y en mi cabeza brotó una nueva frase: buena elección.
Creo y espero en lo más profundo de mi ser que no sea falso, me atrevo a jurar que todo lo que presentí no es sólo un anuncio de los primeros pasos sino que abarca a todo el 2006... aunque no podría asegurar a cuantos.
Sin embargo me tranquilizó. Ya no me preocupa quedarme acá o pasar porque sé que de todas formas todo va a estar bien.