Muerte y recomposición

Básicamente nada...
No soy, no estoy, no existo.
Pero alguna vez fuí una vida anónima,
existente en mi misma,
solo para mí y mi reducido grupo de amigos.
Básicamente nada...
Una brecha dejó escapar mi existencia infinita y serena,
permitiendo la entrada de múltiples seres vacíos de sí,
que ocupando mi mente
borraron mis memorias más preciadas.
Se encargaron de comerme por dentro,
mordiendo, masticando, devorándome...
dejando nada de lo que algún día fué.
Hoy intento recobrarme de ello,
llenando vacíos con personas que son sencillamente lágrimas,
que son profundamente estrellas.
Almas hermosas por simplemente ser,
seres amados por simplemente estar.